Australia, me encantaría visitarla, por eso he creado este blog, para conocerla mejor. Es uno de mis lugares favoritos. Pero para hacer ese sueño realidad primero hay que realizar las 24 horas de avión que nos separan si viajamos desde Europa. Pero ofrece tal diversidad y contrastes que bien merece una visita.
En Australia, se puede esquiar en altas montañas, perderse en un inmenso desierto rojo deshabitado, disfrutar de su increíble fauna y sus espectaculares playas tropicales y bucear en la magnífica Gran Barrera de Coral. Los autóctonos recomiendan no viajar menos de un mes, pero, si eres selectivo en tu itinerario, tres semanas pueden ser suficientes para hacerse una verdadera idea del país.
Y es que Australia es más que la tierra de los canguros, diablos de Tasmania o koalas. En torno al país hay clichés graciosos. Como los que ofrece la película Cocodrilo Dundee, en la que Paul Hoogan -protagonista y creador de la historia- da vida a un cazador de cocodrilos que parte desde Oceanía hacia Nueva York. Allí Dundee -machete en mano- desafía las leyes de la jungla de la gran manzana con su particular filosofía de vida: tranquilad y confianza.
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